No puedes poner freno al futuro.
Ni reescribir el pasado.
La única forma de revelar los secretos es... darle al «Play».
Una caja, trece caras de casete, trece culpables y una víctima.
Apenas han pasado dos semanas desde el suicido de Hanna, cuando Clay encuentra una misteriosa caja en la puerta de su casa. La caja contiene unos casetes que serán el comienzo de un perverso juego que involucrará a todos los responsables de la muerte de Hanna.
Ni reescribir el pasado.
La única forma de revelar los secretos es... darle al «Play».
Una caja, trece caras de casete, trece culpables y una víctima.
Apenas han pasado dos semanas desde el suicido de Hanna, cuando Clay encuentra una misteriosa caja en la puerta de su casa. La caja contiene unos casetes que serán el comienzo de un perverso juego que involucrará a todos los responsables de la muerte de Hanna.
Editorial: Nube de Tinta
Páginas: 304
ISBN: 9788416588503
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Cada persona decide leer un libro por motivos diferentes: un amigo te lo recomienda, te gusta la portada, te gusta lo que la sinopsis dice, ya has leído más de quien lo escribió... Yo quise leer este libro por el numero trece. Parece absurdo, ¿verdad? Pues por más absurdo que suene, es mi motivo. Después el tiempo pasó y seguía sin leerlo. Vivimos en un mundo en el que comprar un libro para algunas personas es complicado y las bibliotecas muchas veces son tus mejores amigas en ese sentido. Bueno, Por trece razones seguía entre mis pendientes y seguramente aun seguiría si la serie de Netflix no se hubiese cruzado en mi camino, pero no estoy aquí para dar mi opinión de la serie, la cual he visto dos veces en dos meses, sino para hablaros de la pequeña desilusión que supuso para mí la novela tras ver la serie. ¿Quiere decir eso que el libro no me gustó? Tendréis que seguir leyendo esta reseña para averiguarlo...
Me adentré entre las páginas de este mundo de papel con una idea preconcebida que poco a poco se fue desmoronando. El ritmo de lectura es muy ágil, demasiado diría yo. No deja que saborees bien las palabras lo que, para mi gusto, lo ha convertido en una lectura más, una lectura que podría haber sido alucinante, pero no.
Durante el viaje por las páginas de Por trece razones nos encontramos con una narración que se centra solamente en Clay y las cintas de Hannah, con todo lo que ello conlleva. Cierto es que en realidad es de lo que trata el libro, el suicidio de Hannah y las cintas en mano de Clay, pero con mi idea preconcebida, me hubiese gustado leer un poco de las demás personas que aparecen en las cintas, no sé, o por lo menos, que Clay tardase más en escucharlas porque, a mi parecer, las escucha como si tal cosa en un mísero día... Se supone que sentía algo por ella, no he encontrado realista que las escuchara como si tal cosa porque, aunque hay palabras que parecen indicar que le dolía escucharla, Clay me ha parecido un insensible. "Cuando te metes en una parte de la vida de una persona, te estás metiendo en su vida entera. Todo... afecta todo".
Dejando un lado la narración, cómo está contada la historia, etc, paso a deciros lo que ha hecho que esta novela tenga significado: los temas que trata. Sí. La temática de la novela es lo que salva este libro y le da tantos puntos. Aborda temas totalmente necesarios como es que un grupo social lleve a una persona al suicidio, como la bola de mi***a se va haciendo cada vez más grande hasta que una persona decide entregarse voluntariamente a las garras de la muerte. Bullying, machismo (por no spoilear), depresión... Temas totalmente reales que muchas personas pasan por alto en la vida real por varios motivos ya sean egoístas o por puro miedo y yo me pregunta ¿es posible cambiar el transcurso de las cosas? ¿podemos ayudar a alguien que no tiene fuerzas de nada? Sí, sí que podemos, pero es más cómodo pensar lo contrario.
No puedo olvidar otro punto muy a favor de la misma, y es la originalidad que ha tenido el autor para transmitirnos esta historia, esas trece cintas, esa nota de suicidio.
En definitiva, esta novela me ha dejado un sabor amargo por la decepción de una idea que se formó en mi mente que quedo destruida, endulzada por una temática absolutamente necesaria que salva la que podía haber sido una mala lectura así como la creatividad del autor a la hora de contarnos esta trágica historia.
-Lo único que tienes en verdad... es el ahora-
Hola! La verdad es que he leído muy buenas críticas de la serie y no tanto del libro así que no termino de decidirme ni por la serie ni por el libro. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
A mí me gustó mucho. Lo leí hace un par de años, y cuando salió la serie la vi y también fue muy intensa. Esos temas que tú enumeras son temas horriblemente comunes, y por desgracia, que no muchos libros tratan -al menos de la forma correcta-. Creo que Por trece razones es un libro que hay que leer con cuidado, porque podría dar por momentos la idea equivocada de que se está promoviendo o justificando el suicidio. Pero ante cualquier cosa, creo que Por trece razones es un libro para que cada individuo deje de pensar como tal, para que se de cuenta de los efectos -a veces nocivos- que sus decisiones por minúsculas que sean tienen en la vida de otras personas.
ResponderEliminarSaludos enormes... Gracias por tu reseña.
¡Hola! Yo acabo de leer la novela y también de ver la serie, y estoy totalmente de acuerdo contigo. Me gustó la manera en la que se decidió el autor a contar una historia tan dura como ésta, pero no saber absolutamente nada del resto de personas que se encuentran esas cintas me descolocó mucho. Me quedo sin duda alguna con la serie, al menos te da una versión de qué pasó con cada uno de los personajes y cómo encajan la versión de Hannah.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Un abrazo!